En la gráfica podemos observar la
disminución gradual del peso del sector primario en la economía española, tanto
en la aportación al PIB como en el empleo. No obstante, esto no quiere decir
que las actividades agrarias hayan perdido dinamismo o productividad, sino que
su valor proporcional es cada vez menor porque los otros sectores se han
desarrollado más. También hay que valorar la importancia del sector primario en
España, ya sea por las exportaciones hortofrutícolas o por la aportación de
materias primas a la industria alimentaria, sin olvidarnos del hecho de que
aproximadamente un 40% del territorio español se encuentra ocupado por la
agricultura.
En el año 1940 la aportación al PIB
de las actividades agrarias se situaba en un 32% y ocupaba a un 52% de la
población ocupada. Se trataba de una agricultura tradicional, rudimentaria y
poco mecanizada, por lo que se necesitaba mucha mano de obra para trabajar las
tierras. Además, hay que añadir el hecho de que durante la posguerra la escasez
de alimentos en las ciudades y el racionamiento provocó que mucha gente que
habitaba en núcleos urbanos se trasladasen a los pueblos, donde la escasez de
alimentos no era tan latente. En el 1950 la situación era similar, con un 27%
del PIB y un 49% de ocupación. En la década de los 60 comienza el éxodo rural,
pero en el año 1960 todavía no había abandonado los pueblos mucha gente, por lo
que las cifras son, en cierto modo, parecidas: 22% del PIB y 41% de ocupación.
En la año 1970 se produce un
descenso brusco en la ocupación del sector primario, así como en el PIB
provocado por el traslado masivo de gente desde los pueblos a los ciudades
motivado por la mecanización de las labores del campo y las bajas rentas, por
lo que muchos pasaron a trabajar en la industria o en los servicios.
Denominamos a esto último éxodo rural. A partir del 1980 se producirá una
disminución gradual tanto en el PIB como en la ocupación hasta el año 2007, a
partir del cual ambos datos experimentaron un ligero repunte a causa de la
crisis económica que en la actualidad golpean sobre todo al sector industrial y
al sector servicios, lo que provoca que algunos se planteen trabajar en el
campo al ser la única solución posible para el desempleo.
Adolfo Quilez. 2º BCH